“La minería no metalífera aporta el 18% de la mano de obra minera”

Desde la Cámara de la Piedra de Buenos Aires, José Pizzone, su vicepresidente, repasa la actualidad y los desafíos que enfrenta el sector de los no-metalíferos en Argentina.

Por Panorama Minero

¿Cómo podría definir la situación de los áridos de la provincia de Buenos Aires?
Durante todo 2023 la situación fue complicada: las obras públicas de las cuales dependemos en gran medida sufrieron paradas transitorias debido a la falta de continuidad en los pagos de las vialidades y en la reformulación de los precios producto de la inflación creciente. Las empresas contratistas se vieron en la necesidad de demorar los avances por los temas explicados. Podríamos decir que, durante 2023, se trabajó al 50% de la capacidad instalada, con despachos mensuales del orden del 1.300.000 / 1.400.000 toneladas. A este momento, la situación se complicó luego de las PASO y la devaluación, cayendo los despachos entre un 15 / 20 % y con perspectivas muy duras hacia adelante. Será difícil y complicado poder sostener las empresas en el nivel actual, y será fundamental un entendimiento con AOMA.

Jose Pizzone, vicepresidente de la Cámara de la Piedra de Buenos Aires

¿Qué peso específico posee el sector en la economía provincial?

No se conocen números ciertos sobre la actividad industrial en la provincia, por lo que no se puede determinar la incidencia en la economía. Sí puedo informar que, en función de trabajos realizados por profesionales que tienen amplio conocimiento sobre toda la actividad minera en la provincia, y que incluyen todo lo relacionado en forma directa e indirecta -Áridos (incluidos todo tipo de arenas), Cemento, Cerámicos, Sanitarios, toda Línea Blanca, Arcillas y Derivados-, en concreto todo lo relacionado con Infraestructura y construcción de todo tipo, se demuestra que la actividad genera alrededor de US$3.500 millones solo en la provincia de Buenos Aires. Si lo extrapolamos, en el caso de Córdoba el valor estaría en el orden de los US$3.000 millones, y en todo el país más de US$10.000 millones. Los valores antes informados sirven para mostrar la importancia de la industria minera de segunda y tercera categoría.

En la provincia de Buenos Aires, como así también en todo el país, esta actividad tiene la gran importancia de generar un enorme valor agregado, ya que, partiendo de materias primas naturales, éstas se transforman en una enorme cantidad de elementos como producto final, y todo dentro del mercado interno.

Por cuanto a las exportaciones, las mismas son irrelevantes, limitándose a algunos productos minerales y, posiblemente según los momentos, a algunos terminados dentro de los granitos, mármoles y sanitarios.

¿Para qué se utilizan los áridos de construcción?

La piedra es el segundo elemento más utilizado por el hombre en el mundo. Por su parte, los áridos son imprescindibles en todo el desarrollo de todo tipo de construcción, como rutas, viviendas, escuelas, hospitales, desarrollo ferroviario, entre otros. Hoy, los caminos rurales son claves en el desarrollo de todo el interior y la conectividad para las actividades que se llevan a cabo. La provincia de Buenos Aires posee 200.000 Km de caminos rurales que deberían darle sustento a toda la actividad, que con el cierre masivo de los ferrocarriles perdió toda posibilidad de conexión y de sacar sus productos al mercado en tiempo y forma.

¿Qué tipo de desarrollo se ha generado alrededor de las operaciones, como los casos de Olavarría y Azul, entre otros?

La mayor influencia es sobre la mano de obra, de momento que en la provincia existe un total de 4.334 empleos directos, sumado a cerca de 8.000 empleos indirectos, en la mayoría en Olavarría, Azul, Tandil y Mar del Plata. A este momento se observa un crecimiento importante en la zona de Bahía Blanca, y también se destacan, fundamentalmente en Olavarría y Tandil, pymes metalúrgicas que trabajan activamente relacionadas con las empresas mineras, ya sea áridos o cemento, entre otros.

¿Cómo ha adaptado la Cámara de la Piedra sus métricas ESG?

Podemos informar que nuestras empresas tienen un alto compromiso con el ambiente, lo que nos lleva a establecer una sólida relación con las comunidades circundantes. Al no generar residuos químicos, nuestras empresas están enfocadas en encontrar soluciones para los residuos derivados del petróleo, aceites y combustibles. Somos conscientes de que el mundo se encamina hacia la adopción de vehículos híbridos y eléctricos, aunque esto aún no sea plenamente posible en la actualidad. La sostenibilidad es de suma importancia en la gestión de nuestras empresas, y somos plenamente conscientes de su relevancia para nuestro futuro. Además, la gobernanza empresarial está evolucionando hacia nuevas formas de organización, y aunque en la actual situación económica, que es de supervivencia, no todos estos aspectos se apliquen de inmediato, serán fundamentales en el futuro.

El análisis de los factores de riesgo es otro punto importante que ya se comienza a analizar en firme en varias empresas. El reto es crear estrategias de inversión sustentables, gestionar los riesgos de forma más eficaz, y examinar el valor a largo plazo de las empresas teniendo en cuenta todas las formas de impacto medioambiental.

¿Cómo ha afectado el ingreso de la minería metalífera a partir de los años 90?

Hasta los años 90, Buenos Aires era la provincia con mayor desarrollo minero y la mayor cantidad de empleados en esta industria. En ese sentido, Córdoba seguía a Buenos Aires en términos de desarrollo minero.

Sin embargo, con la entrada de multinacionales en la industria metalífera y sus significativas inversiones, algunas provincias como San Juan, Catamarca y Santa Cruz se convirtieron en líderes del mercado minero, relegando a Buenos Aires al tercer lugar en términos de empleo directo e indirecto en esta industria.

En la actualidad, la minería no metalífera contribuye directamente con el 18 % de la fuerza laboral en la industria minera. Como se mencionó previamente, la minería de segunda y tercera categoría, denominada no metalífera, desempeña un papel fundamental en diversas obras de infraestructura y en la molienda de minerales de uso cotidiano, así como en la producción de fertilizantes y suministros para la agroeconomía.