“Somos muy conscientes y respetuosos de la expectativa que existe en la comunidad sanjuanina”

Alfredo Vitaller -Vicepresidente de Asuntos Corporativos del Proyecto Josemaría- informó la actualidad del proyecto cuprífero localizado en el departamento Iglesia. Cuestiones como avance del emprendimiento, política de contratación de proveedores y consumo de agua, bajo la lupa del representante de Lundin Mining.

¿Cómo describiría el camino recorrido por Josemaría desde la obtención de la DIA (Declaración de Impacto Ambiental?

Ha sido un camino muy intenso para Josemaría. La obtención de la DIA fue una noticia recibida con gran satisfacción por nosotros y con mucha expectativa de parte de la industria minera de San Juan y de toda la comunidad sanjuanina. Eso nos pone en un lugar de mucha responsabilidad y en un compromiso que desde Lundin Mining vamos a honrar.

La obtención de la DIA es el hito que inició, en abril 2022, el proceso de permisos sectoriales para la futura construcción, junto a la ingeniería básica. Esta etapa, que estamos actualmente transitando, se caracteriza por una mayor definición en el diseño de las diversas componentes del Proyecto (caminos de acceso, suministro de energía, proceso de obtención del concentrado de cobre, etc.), por ello, todo el Equipo de Josemaría se encuentra trabajando de manera muy intensa. Hace muy poco nos tocó perder a nuestro fundador de Lundin Mining, Lukas Lundin, un precursor y visionario en materia minera, quien imprimió el espíritu de la familia Lundin de creer en las personas, los equipos de trabajo, impulsar proyectos y generar impactos positivos y de valor a largo plazo en las sociedades y los accionistas.

¿En qué consistirá Josemaría como operación minera?

Josemaría es un yacimiento de cobre, plata y oro localizado en el extremo noroeste de la provincia de San Juan, sobre la cordillera de los Andes, a más de 4.000 metros de altura. Está situado a unos 450 kilómetros de la ciudad de San Juan y a 10 kilómetros del límite con Chile. Es uno de los cuatro proyectos cupríferos de gran escala y en estado avanzado que posee San Juan y, que según el estudio de factibilidad de 2020, prevé una vida útil de 19 años. La construcción del Proyecto, estimada en al menos 3 años según dicho Estudio, requerirá no sólo el montaje de un campamento de construcción y operaciones, planta de procesos, una red de caminos internos, distribución de energía y agua y otros servicios, sino también, la construcción de un camino de acceso de 220 km que se hará desde la localidad de Rodeo (en el departamento Iglesia); la instalación de una línea eléctrica de 500 KV; y un centro logístico en Albardón.

¿Cuál es el grado de avance en el campo de la ingeniería, así como los permisos sectoriales?

Josemaría, en esta etapa, continúa la tramitación de permisos sectoriales y las conversaciones con autoridades provinciales y nacionales en torno a temas comerciales. Seguimos con las obras tempranas para el futuro campamento, estudios geotécnicos, mejoramiento de caminos y accesos, y expansión de campamento Batidero. La ingeniería básica está entregando mayores definiciones al Proyecto, y esto a su vez genera re-definiciones de algunos aspectos, que estamos evaluando. Además, se están contemplando las variables de la inflación global y nacional (como a cualquier otro proyecto y/o emprendimiento y/o empresa hoy en día).

Es importante destacar que este tipo de revisiones son habituales y esperables en la industria minera y en especial en obras de gran envergadura como Josemaría.

En paralelo, continúa el proceso de integración con Lundin Mining, y en esta línea, David Dicaire, vicepresidente ejecutivo del Proyecto, quien se integró recientemente, está trabajando junto a los equipos para avanzar en las próximas etapas.

Existe una importante expectativa en la comunidad sobre el desarrollo de Josemaría, ¿cómo se manejan las ansiedades en cuanto a contratación de personas, así como proveedores?

Somos muy conscientes y respetuosos de la expectativa que existe en la comunidad sanjuanina, y especialmente en las comunidades de influencia directa del Proyecto. Nos ocupamos y orientamos nuestros esfuerzos por mantenernos cercanos a todos, de mantener diálogos abiertos y francos, de escuchar sus inquietudes, preocupaciones y mantenerlos informados continuamente, a través de distintos canales, para que nos conozcan y sepan en qué etapa nos encontramos. Este Proyecto, en su génesis, está pensado para prosperar junto a las comunidades y posicionar a San Juan como un productor de cobre. Deseamos transitar este desafío junto a la mayor cantidad de actores sociales de la provincia.

¿Cómo es el grado de interrelación con las comunidades del área de influencia del Proyecto?

Nuestro trabajo con las comunidades de influencia comenzó mucho antes de la obtención de la DIA, específicamente desde el momento mismo de la etapa exploratoria de este Proyecto, en 2003. Y más cerca en el tiempo, incluso antes de la apertura de nuestras oficinas en Rodeo (inaugurada en marzo de 2021) y en Guandacol, en La Rioja (abierta en abril pasado) ya habíamos iniciado contactos y conversaciones formales con los principales referentes de cada sector. Nos interesa, primero, ser un buen y respetuoso vecino, que nos conozcan, que podamos tener diálogos constructivos y vínculos de confianza y credibilidad. Esa es la piedra basal para que luego podamos trabajar juntos en distintos planes de desarrollo y fortalecimiento. Para ello, creemos que la mejor manera de vincularnos es a través de proyectos con objetivos en común. En esta línea, podemos mencionar, entre otros, el programa de Capacitación a Empresas Locales, o el programa “Impulso” que lleva adelante la Fundación Lundin para el fortalecimiento de emprendimientos locales o el programa Mujeres en Red, que identifica a mujeres con espíritu emprendedor como actores claves del desarrollo del departamento, o diferentes iniciativas para la promoción y puesta en valor del arte local en articulación con el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson, entre otros.

¿Podría describir la política de desarrollo de proveedores que llevan a cabo?

La Política de Inversión y Abastecimiento Local (PIAL) de Josemaría establece un procedimiento de compras que prioriza la adquisición de bienes y servicios locales, especialmente de las comunidades de influencia directa del Proyecto. Este procedimiento busca ofrecer igualdad de oportunidades, transparencia, y accesibilidad para las empresas que desean ser proveedoras del Proyecto.

Es una política joven, que estamos transitando e implementando a medida que el equipo de trabajo viene creciendo (durante 17 años, desde la primera campaña de exploración, Josemaría era un equipo de 23 personas, con necesidades de bienes y servicios limitados) y junto con el avance, también la demanda de bienes y servicios. Josemaría viene generando reuniones periódicas de mucho diálogo e intercambio de propuestas con empresas y emprendimientos de Iglesia, agrupados en las diferentes cámaras y también con los no asociados a cámaras. Estos encuentros son útiles para explorar juntos el mejor camino para impulsar el compre local y para acompañar el esfuerzo que los proveedores vienen haciendo para crecer y aportarle valor a la industria minera en su departamento.

Si se considera la coyuntura de Argentina, ¿están experimentando problemas o demoras en la incorporación de equipos?

En la etapa actual en que se encuentra el Proyecto no estamos viviendo este tipo de dificultades.

¿Se encuentran en planes de actualizar el monto del CAPEX (Costo de Capital)? ¿Cuánto erogarán durante 2022?

Tal como le mencionaba anteriormente, nos encontramos en una instancia de revisión de la ingeniería básica del Proyecto, lo que a su vez genera re-definiciones de varios aspectos. Hasta la fecha, no ha habido impactos significativos en las operaciones de Lundin Mining relacionadas con la disponibilidad de la cadena de suministro; sin embargo, se espera que los impactos inflacionarios globales continúen aumentando los costos operativos durante el resto del año. Al momento, Lundin Mining ha anunciado que el monto de inversión estimado para la construcción es de más de US$ 4.000 millones.

Una cuestión recurrente y crítica es el consumo de agua, ¿cómo explican desde Josemaría cuánto consumirá el proyecto a lo largo de la vida útil de la mina, así como un equivalente de referencia?

El agua es, como ya dijimos, un tema prioritario para Josemaría y nuestro objetivo es realizar un uso eficiente del agua requerida para el proceso de obtención del concentrado de cobre y otros usos vinculados a la futura operación.

Durante los años de la construcción del Proyecto, se captará agua proveniente mayormente de escorrentías, deshielo por precipitaciones y de campos de pozos. Esta agua se irá almacenando hasta el momento de la puesta en marcha de la planta de procesos. A partir del inicio de las operaciones, la planta fue diseñada para recircular y recuperar la mayor cantidad posible de agua del proceso. Lo importante es que los estudios realizados aseguran que la operación no afectará la disponibilidad de agua para las comunidades de influencia directa, ni indirecta.